jueves, 15 de abril de 2021

EL SILENCIO

 


 Camino en silencio intentando ocultar mi presencia … conozco este sendero como la palma de mi mano; tanto, que puedo incluso caminar con los ojos casi cerrados para que las candilejas de los pinos no me distraigan de los sonidos del bosque…

 De la nada aparece una densa bruma que lo cubre todo...lo noto porque los pájaros dejan de cantar, como si se adormecieran por el ingrávido paso de la nube lechosa...casi que no hay sonido sino fuera por unos pasos que se encaminan a lo más profundo del barranco.

  Rachas de fuerte brisa aparecen de improviso y agitan las ramas de los pinos, que liberan nubes amarillas de polen fecundador; ¡en el más absoluto de los silencios la vida pulsa y se desarrolla sin nuestra intervención!.

  La bruma se va etérea y silenciosa como vino...sale de nuevo el sol y los pájaros reinician los cantos en su frenética actividad; desde un bosquete cercano, reclamos de un Gavilán que acecha entre las ramas.

  De un recodo más arriba, me viene el sonido cantarín del agua que se vierte cautiva, en la taquilla medidora…aquí todo esta sometido a la voluntad de lo pragmático, del uso racional de los recuerdos; solo los pájaros, disfrutan de un chijo de agua que se escapa por las rendijas de la conducción…en las copas, las acículas de los pinos se convierten en cuerdas de un inmenso instrumento musical.

  El barranco esta en pleno apogeo florístico: escobones, retamas amarillas, palomeras, brezos…la arvejiilla cubre todas las laderas de un verde lujurioso; una gamona invade el camino e impide mi paso… todo esta cambiado, como nunca lo he visto…una miriada de insectos aprechan los manjares del polen.

  Avanzo ahora sin camino, sorteando piedras, pinocha, piñas, troncos caídos... cruzo varias veces el cauce seco del barranco…en un pino viejo y seco, un picapinos tiene su nido…

  Llego a la puerta de mi cueva y me descargo de todos la cachivaches que necesito para sobrevivir… clavo la lanza en la tierra y me siento a descansar….



el tamborileo
de un picapinos…
después…el silencio…

 

 

2 comentarios:

  1. Mmmmmm qué envidia.... Me gustaría a mí también llegar caminando a esa cueva. Con todo lo que necesito.

    Gracias por la ruta. Un abrazo grande.

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